Un EcoRallye es una prueba de conducción de regularidad puntuable para el Campeonato de España de Rallyes de Energías Alternativas. El objetivo es fomentar nuevos hábitos de conducción en los que se priorice la protección del medio ambiente y la sostenibilidad en el sector del transporte mediante el uso de combustibles alternativos y de electricidad como fuentes de energía para propulsar los vehículos. No hay nada como asumir los nuevos tiempos con naturalidad y mucha imaginación.
Detrás de esta iniciativa, celebrada los días 9, 10 y 11 de septiembre, está la Escudería La Coruña, un equipo con más de 50 años de evolución constante, de adaptación a los nuevos tiempos y de afán por permanecer en la vanguardia del automovilismo nacional y europeo.
Como prueba de este espíritu, organizan esta competición en la que se mide la capacidad de los pilotos para conducir por el itinerario marcado con las mejores técnicas de eco-conducción, intentando consumir la menor cantidad de energía posible. De hecho, en esta edición, la más emocionante y disputada hasta el momento, las diferencias entre los competidores del podio han sido muy ajustadas en los tres tramos marcados, hasta el punto de que ha sido necesario que los comisarios de la prueba verificasen los consumos eléctricos y de combustible para determinar la clasificación, resultado de combinar los apartados de regularidad y eficiencia.
En total han participado 24 coches eléctricos en tres categorías: vehículo eléctrico EV, con la victoria de Carla Álvarez y Daniel Remón en su Hyundai Kona; híbridos enchufables PHEV, liderada por Hugo Velasco y Celso Roces del equipo Suzuki Madrid; y por último, híbridos puros, en la que ganó el Renault Clio capitaneado por Jose A. y Aday Luján.
Con el fin de mantener la igualdad en la competición, se exige a los participantes respetar con precisión los tiempos establecidos por la organización. Para ello se establecen una serie de «tiempos ideales» consecutivos, que miden el movimiento de los coches de un control horario a otro, y también su capacidad para conducir a través de todos los tramos de regularidad con una velocidad constante y precisa.
El recorrido ha comprendido un total de 313 kilómetros, una distancia que añade también la dificultad de conseguir zonas de carga para los vehículos en una ciudad en la que, realmente, no abundan los puntos donde “enchufar” el coche eléctrico. Por eso, este campeonato es también un foro para los fabricantes, donde pueden probar y mostrar las nuevas tecnologías que han desarrollado para consumir menos energía o para recargarla.
Como V2C, compañía de cargadores eléctricos que ha colaborado como patrocinador oficial de la prueba con la cesión de 13 torres de carga doble, con el fin también de fomentar la movilidad eléctrica.